La obra consiste en la puesta a punto de un edificio que está en un estado de ejecución muy avanzado, ya que casi se finalizó en el 2008, pero que ha sido abandonado y vandalizado desde entonces, degradándose considerablemente su estado. Se trata de un edificio exento, con dos sótanos y 5 alturas sobre rasante (incluyendo bajo y bajo cubierta), dedicado enteramente a uso residencial, y con una zona verde de disfrute comunitario en la parte posterior. La ubicación del edificio, en el pueblo de Ares, con su cercanía a las playas, y a diferentes servicios, le da un valor especial como segunda residencia.
Las actuaciones comprenderán tanto exteriores como interiores, teniendo importantes trabajos de instalaciones, carpinterías y acabados. La fachada exterior, revestida de mortero monocapa, presenta carpintería exterior en aluminio con galerías acristaladas y balcones y terrazas con barandillas de vidrio. Para los interiores de las viviendas se barajan solados de gres porcelánico o tarima laminada, e irán equipadas con cocina.